martes, 5 de agosto de 2008

Las Aberraciones “Historiográficas”

Desde su nombre, la asociación “historiográfica” de Coatzacoalcos es aberrante. Historiografía es el estudio teórico de los escritos históricos, los métodos de la historia, la contrastación de un historiador a otro, los criterios para aceptar como válida una explicación histórica, desde la manera correcta de escribirla hasta la consideración de sus límites cognitivos. La citada asociación nada de eso hace.

No obstante, se permite tener dos presidentes, uno legal: Rafael Alcántara Conde, y otro espurio: Ignacio Ordoñez. El segundo se complace en hacer declaraciones periodísticas sin fundamento, cosa que tuerce el sentido riguroso de la historia, mientras que el primero, el legítimo, redacta la mayor parte de los escritos que se publican a nombre de la asociación.

Esto se hace patente en la declaración periodística sobre buques encallados en las costas de Coatzacoalcos, hecha por Ordoñez, quien se hace pasar por presidente de la citada asociación, y a quien le brota el oportunismo y la ignorancia.

Primero: hace creer que ellos tienen datos de barcos encallados, lo que no pueden mostrar con documentos (¿dónde está la historiografía?), y se permite afirmar que el primer encallamiento lo registran en 1915, lo cual trasluce su ignorancia sobre los barcos en que viajaban migrantes franceses y que encallan en 1831 debido a malas maniobras del piloto (Ver Pierre Charpenne, El Colono del Coatzacoalcos). Tampoco menciona los encallamientos en el siglo XVIII, registrados en el texto de Miguel del Corral donde explica su posición respecto a construir buques en Coatzacoalcos y las dificultades de calado en la barra.

No se documenta tampoco este “historiador” cuando afirma que un buque, matriculado en El Callao, Perú –al que el uso popular bautizó como “El Callao”– encalló en el sitio a donde se hallan sus restos, al poniente de la escollera en la margen izquierda de río. El buque tiene una historia, pues llegó al puerto con un cargamento de licor singani proveniente de Sudamérica y con destino a Nueva York, en una época en la que ingresar licores a los EEUU era ilegal, por lo que fue retenido en el puerto libre de Coatzacoalcos, huyendo los miembros de la tripulación, que eran el capitán y su familia. También desapareció poco después el licor singani y el buque permaneció por varios años en el puerto, hasta que –siendo un estorbo para la operación– se decidió hundirlo en el área que actualmente se encuentran algunos de los restos de su casco.

Nuevamente muestra su ignorancia el pseudo presidente y pseudo historiador al afirmar que el buque Los Caribes encalló en la década de los 70, cuando la foto de G. Dalzell lo muestra el 20 de abril de 1958 (ver J. Pulido, Coatzacoalcos, 100 años). Decía Roberto Williams que la ignorancia se atreve a todo.

Por último, ya en el extremo de la alucinación, tanto del suplantador como de quien redacta la nota, afirma que el buque Orfeo “lleva 15 días encallado en las playas…” La memoria me permite recordar que fue completamente deshuesado hace ya cosa de tres años, pero no sería extraño que el “historiográfico” afirmara que es un “giro literario” de la historia, porque me parece que también gasta esas “dotes”.

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