miércoles, 27 de agosto de 2008

Autobuses sin Placas

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Como una ofensa directa al pueblo de Veracruz, el “Negro” Fidel anuncia que habrá nuevas placas “definitivas”, cuando su gobierno carece de la capacidad para lograr que los autobuses del servicio urbano de Coatzacoalcos circulen siquiera con placas, pues más de la mitad de los camiones de pasaje carecen de ellas en este puerto de sur veracruzano.

Deba haber alguna fuerte irregularidad por parte del delegado del transporte, Casas Cornelio, que declara en los periódicos que están completamente regularizados los papeles. ¿Hablará de los papeles impresos por el Banco de México? Porque cuando un vehículo particular, que se entiende con menos responsabilidades para el propietario que uno del servicio público, circula sin placas se va a encontrar que los agentes de tránsito, como el llamado Lázaro Escribano, muy “celosos de su deber”, le darán la correspondiente infracción por circular sin placas, pero no sucede así con el transporte urbano.

El cuento oficial de que se busca una mayor “seguridad” y que por ello se venderán nuevas placas, choca ante la obvia incongruencia de un transporte público sin placas. Seguramente es más necesario que estos servicios ofrezcan la debida seguridad a los usuarios y a todos los habitantes de la ciudad, pero en esto no se fijan las autoridades de tránsito y transporte, porque así cobran doble, al particular por sus pequeñas infracciones y a las empresas del transporte por sus grandes transgresiones. Así diremos ¡Viva México! Donde todo es posible.

Eso sí, se comprueba también en este renglón que los discursos para hablar de “seguridad” son sólo eso, un escenario que, en la interpretación nacional justifica la militarización del país, y en el renglón veracruzano es pretexto para el cobro de nuevas placas, con un fingido “chip” de “seguridad”.

1 comentario:

Sergio dijo...

Javier:

No sé si lo soñé o fue real pero me parece que hace muchos años ya habían dicho que las placas iban a ser permanentes y en ese entonces se dio la misma razón para un reemplacamiento. Desde esa época han pasado, repito, si no recuerdo mal, 2 reemplacamientos, por lo que creo que otra vez nos van a tomar el pelo ahora como buen pretexto el cuento de la seguridad. Se harán de una buena cantidad de dinero, a menos que como dijera Fidel, sólo van a cobrar la lámina. ¿Será posible tanta honestidad?.
Si el supuesto del que partí no es verdadero, me desdigo de casi todo lo que escribí.

Saludos.