lunes, 17 de diciembre de 2007

México se vuelve al fascismo

Con la imposición de Felipe Calderón como presidente, no se puso en duda la legitimidad y la apariencia de democracia en México, si somos serios veremos que eso es lo de menos, pues ¿qué gobierno es legítimo y emanado de la voluntad popular? ¿Cuál lo ha sido a lo largo de la historia mundial?

Lo que se puso en evidencia es que ese discurso que habla del “Estado de derecho” ha quedado anulado para México, y que esa anulación se legitima en las leyes dictadas ex profeso para avalar un Estado de fuerza y no un Estado de razón. Las recientes reformas que permiten a las fuerzas policíacas allanar cualquier hogar sin mediar orden de un juez, se colocan como arma de terror dirigida a supuestos narcotraficantes, pero en realidad con endoso a todos los participantes en movimientos sociales,

Hoy en día, cualquier gorila puede allanar la paz de cualquier hogar, hacer detenciones, realizar tortura y retener en cárceles clandestinas a cualquiera que se les antoje. Así que, los que no se sienten a gusto con un régimen que lucha en contra de la cultura, que malbarata los recursos nacionales, que pone en bandeja de plata el país entero a manos de las inconscientes trasnacionales, lo pensará para sentirse a gusto en la paz de su casa, porque discrepar no es un delito, pero ya puede ser allanada su morada sin que medie delito que perseguir, después de días de desaparecer a un individuos se inventa cualquier delito, eso no importa.

Hoy en día, quienes disienten de las posturas fascistas de Calderón y su camarilla, se sienten obligados a armarse para repeler a los gorilas, o de salir a la sierra a combatirlos. Hoy en día, roto ya un Estado que respete las discrepancias, se verá un cada vez mayor crecimiento de la violencia en contra del régimen. Hoy en día, Calderón debe recordar que perdió de calle contra su rival político, que perdió porque 3 de cada 4 votos iban para su rival, que el pueblo no lo quiere, y que sabe que un gobierno ilegítimo sólo se puede sostener por la fuerza, pero que la fuerza es débil ante la razón, y Calderón ha perdido la razón al desvanecer la protección jurídica de los ciudadanos, incluso de los delincuentes, porque la ley debe ser para todos.

En esta acción gubernamental, debieron mostrar su inconformidad diputados y senadores, y en vez de ello mostraron su anuencia, prueba de que están comprados por el sistema y que no responden a razones, ni a las necesidades históricas de sus distritos electorales, sino al mejor postor.

En esto hay un terrible mar de fondo: la venta completa de Petróleos Mexicanos, una vez doblegadas y compradas las organizaciones que se oponían, como la que algunas vez hubo en Coatzacoalcos. Pero de eso hablaremos adelante.

No hay comentarios: